La Peña de Roledo ha realizado una nueva actividad cultural el pasado día 14 de agosto, en este caso, hemos hecho una "quedada" para observar Las Perseidas, (lluvia de estrellas fugaces), y, como sabíamos que la luna estaba en cuarto creciente y por tanto habría dificultades para observarlas, nos llevamos un importante dispositivo de prismáticos y telescopios para observar astros y estrellas, así como una táblet con un programa que nos permitía localizar en cada momento a cada estrella.
El encargado de hacernos una especie de visita guiada por el espacio fue Rafael Seco de Arpe, que además de enfermero es un amante de todo lo relacionado con la astronomía.
Los prismático eran de tipo astronómico con una gran luminosidad y amplitud de campo (20x80) ideales para ver los "enjambres de estrellas" de la Vía Láctea.
Aprendimos a distinguir las constelaciones mas importantes como la Osa Mayor y Casiopea y a encontrar la estrella del Norte (La Polar).
También vimos el llamado "Triangulo del Verano" formado por la estrella Vega que a 25 años luz pende directamente sobre nuestras cabezas, El Altair en la constelación del Aguila y Deneb (La cola del Cisne).
Utilizando un puntero laser con un alcance de cuatro kilometros, señalamos las estrellas más brillantes como Arturo, una estrella dorada a 36 años luz o Antares, una supergigante roja a 580 años luz.
Utilizamos los tres tipos de ópticas de telescopio para aficionados que hay en el mercado:
Un refractor (de lentes, como el que inventó Galileo) de 10 cm de diámetro.
Un reflactor (que en vez de lentes usa espejos) de 11,2 cm de diámetro.
Y un compacto Catadióptrico Matsukov- Cassegrain (lentes y espejos a la vez) con una distancia focal de casi dos metros.
Con ellos pudimos ver a la estrella doble Albireo ( el pico del Cisne ) y percibir los colores de las dos estrellas que la componen, una de un azul intenso y la otra amarilla.
Pero el rey de la noche fue el "Señor de los Anillos" el planeta Saturno, al que pudimos contemplar en todo su esplendor, junto con la pequeña "estrella" que le acompaña, su satélite Titán, el de los mares de hidrocarburos y con islas que aparecen y desaparecen en cuestión de horas.
Un reflactor (que en vez de lentes usa espejos) de 11,2 cm de diámetro.
Y un compacto Catadióptrico Matsukov- Cassegrain (lentes y espejos a la vez) con una distancia focal de casi dos metros.
Con ellos pudimos ver a la estrella doble Albireo ( el pico del Cisne ) y percibir los colores de las dos estrellas que la componen, una de un azul intenso y la otra amarilla.
Pero el rey de la noche fue el "Señor de los Anillos" el planeta Saturno, al que pudimos contemplar en todo su esplendor, junto con la pequeña "estrella" que le acompaña, su satélite Titán, el de los mares de hidrocarburos y con islas que aparecen y desaparecen en cuestión de horas.
Previamente se realizó una proyección de un breve documental sobre las Perseidas que aportó otro peñista que nos permitió tener un conocimiento más profundo sobre las Perseidas.